Llevar un estilo de vida saludable, como habrás escuchado y leído en más de una ocasión, es la clave para vivir más y mejor. Se trata de seguir una serie de hábitos para cuidar tu cuerpo, pero también de tener en cuenta algunos indicadores que nos alertan de que es hora de prevenir y acudir a un especialista.
- Alimentación: Aliméntate de forma equilibrada, variada, suficiente y de calidad. Las frutas, verduras, hortalizas y legumbres, el pescado, el aceite de oliva virgen extra, las carnes blancas, los cereales integrales y los lácteos desnatados deben ser la gran base de tu dieta diaria. También debes reducir el consumo de alimentos precocinados, bollería, embutidos, mantequillas, margarinas, refrescos y carnes rojas.
- Ejercicio físico: Dedícale, al menos, 30 minutos diarios o 150 minutos a la semana. Dispones de muchas formas de realizar actividad física: caminar, bailar, correr, bicicleta, tenis… Pero siempre que sea divertido.
- Tabaco: No fumes, no te lo permitas. Cualquier cantidad de cigarrillos que fumes al día supone aumentar el riesgo de una ingente cantidad de patologías como infartos de miocardio, ictus, cáncer, etc. ¡déjalo ya!
- Alcohol: La Organización Mundial de la Salud recomienda no superar dos medidas de alcohol al día en el hombre y una en la mujer. No obstante, el mejor consejo es que lo abandones, no aporta nada positivo y sí muchas calorías vacías, además de ser otra fuente importante de enfermedades.
- Peso y grasa abdominal: Mide tu Índice de Masa Corporal (divide tu peso en kilos entre tu altura en metros elevada al cuadrado). Como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), si el resultado es mayor de 25 kg/m² se considera sobrepeso. Por encima de 30 kg/m² es obesidad. Por otra parte, mide tu perímetro abdominal a nivel del ombligo. En la mujer debe ser inferior a 88 cm y en el hombre a 102 cm. Cifras superiores suponen un importante incremento de riesgo cardiovascular.
- Tensión arterial: Si eres una persona sana, es suficiente con que realices un control anual y verifiques que tienes una tensión arterial inferior a 140/90 mmHg. Si estás por encima, te recomendamos que acudas a tu médico y sigas sus indicaciones. En cualquier caso, reduce tu consumo de sal a no más de 5 gramos al día.
- Colesterol y glucosa: Son dos factores relevantes de riesgo cardiovascular. Si tras un análisis en ayunas, tus cifras están por encima de 200 mg/dl de colesterol total -o tu colesterol “malo” (LDL-colesterol) es mayor de 130mg/dl- y de 110 mg/dl de glucosa, debes consultar con un especialista.
- Agua: Al menos debes consumir 2 litros de líquidos al día, preferentemente agua (también infusiones, leche desnatada y caldos nutritivos no grasos). Evita los zumos azucarados, refrescos y alcohol.
- Estrés: Aprende a controlar tu estrés y ansiedad. Apuesta por mejorar tu vida social y conseguir un sueño reparador. El sueño ineficiente es causa de sobrepeso, obesidad y estrés.
- Chequea tu salud: Prevenir es mejor que curar porque actuar a tiempo garantiza mejores resultados.